Edificio para Rafael Lora

Tras el derribo del Café-Teatro a mediado de la década de los veinte se abre una nueva Gran Vía en Sevilla que ya se venia gestando en los planes urbanísticos de principios de siglo. Esta nueva calle atrajo a numerosos arquitectos ya asentados, como Juan Talavera y Heredia y otros que dejarían su granito de arena en forma de vanguardias como Juan José López Saz con su edificio Art Deco o la ya desaparecida lechería SAM de Galnares Sagastizabal, situada en los bajos del mismo.

Vista del chaflán

Hoy en restauración, este edificio proyectado por Ramón Cortázar, aunque ejecutado por Talavera y Heredia se enmarca en lo que se ha venido a denominar como el tercer regionalismo, antesala del andalucismo talaveriano de mediado de los años treinta. No sabemos el alcance que pudo tener en la reforma del proyecto original Talavera, lo que está claro es que el chaflán, elemento alejado de la arquitectura ecléctica sevillana y sin duda algo que llama poderosamente la atención por su singularidad en la arquitectura regionalista de nuestra ciudad se respeto del proyecto de Ramón Cortázar. Cortázar fue un arquitecto que contribuyó a formar la imagen ecléctica de San Sebastian, con edificios realizados en piedra adornados con suntuosas columnas, esa concepción monumental que Cortazar daba a sus construcciones la podemos ver en el de edificio de la Campana en la galería superior o en el aspecto de muros gruesos que se le quiso dar a la piel de la fachada imitando grandes bloques de piedra. La construcción de este edificio se llevo a cabo entre 1930 y 1936, Talavera tomo las riendas de la construcción después de que el primer promotor, Rafael Lora abandonara el proyecto.

Elementos Neobarrocos