sábado, 15 de septiembre de 2007

Glorietas del Parque Marialuisa (III):

Hoy continuaremos nuestro recorrido sobre las glorietas del parque de Maria Luisa por dos Tres Glorietas, de las que es dificil elegir cual es mas bella, con tres estilos completamente diferentes y de tres epocas totalmente diferentes. A saber, Glorieta de Luca de Tena, Glorieta de Luis Montoto y la Glorieta de Becquer.

Glorieta Torcuato Luca de Tena: La glorieta dedicada a Torcuato Luca de Tena es una obra para la Exposición de 1929, tal y como nos recuerda lo motivos de su pajarera. La glorieta tiene una forma similar a la plaza de España. Posee un cuerpo central, donde se halla la pajarera y a lo largo de los laterales se extienden sendas pérgolas formando una glorieta semicircular, donde se mezclan buganvillas que techan las pérgolas. En el centro junto a una fuente se encuentra un busto de D. Torcuato Luca de Tena y Alvarez-Ossorio uno de los hombres más influyentes de la Sevilla de principios del siglo XX. El busto es obra de Emilio Laiz Campos y ocupa la glorieta desde 1954.


Detalle del Busto


Vista de la Glorieta desde las pérgolas


Glorieta Luis Montoto: En un bonito rincón del parque, adornado por un magnolio, almeces, cipreses y un árbol de fuego, está la glorieta dedicada al literato Luis Montoto y Raustentrauch. La idea de su construcción la tuvieron los dramaturgos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, como la dedicada a Bécquer. Abierta al público el primer día de marzo de 1959, la proyectó el arquitecto Luis Gómez Estern. Su principal adorno es un estanque con una figura femenina, de factura muy simple, presidido por un muro cerámico calado que sirve de fondo, del cual mana una fuente. Estas dos obras se deben al escultor Emilio García Ortíz.


Detalle de la Figura de Femina

Estanque


Glorieta a Becquer: Junto a la avenida de Bécquer, se sitúa la glorieta del mismo nombre y cuyo monumento es, sin duda, el más logrado y el más apropiado para adornar un jardín romántico como el parque de María Luisa. Esta idea la concibieron los dramaturgos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, al tiempo que en la Exposición Nacional de Bellas Artes celebrada en Madrid en 1910 se exponía un proyecto de monumento a dicho poeta, presentado por el escultor Lorenzo Coullaut Valera. Con ese proyecto, y los beneficios allegados por la obra ¿La rima eterna¿, ¿Comedia de plácido sueño y de honda poesía¿, inspirada en la rima IV de Bécquer, escrita por los hermanos Álvarez Quintero y estrenada en el Teatro Lara, de Madrid, el 23 de noviembre del mismo año, se costeó el monumento a Gustavo Adolfo Bécquer inaugurado en el parque de María Luisa el 9 de diciembre de 1911.

De la labra del monumento a Bécquer, compuesto por un busto del poeta y el grupo sedente de tres figuras femeninas inspiradas en la rima X becqueriana: «El amor que pasa», se encargó el taller de escultura de Federico Bechini Bagnasco, italiano nacido en Livorno y establecido en Barcelona en 1881. De las otras dos figuras de bronce que completan dicho monumento: una, yacente, o el «Amor herido», y la otra un amorcillo joven o Cupido, es muy probable que se reprodujeran en el taller de fundición artística de otro italiano, Romolo Staccioli, instalado también en Barcelona en 1888. El grupo de tres figuras femeninas del monumento a Bécquer está realizado en una sola pieza de mármol.

El monumento está ubicado alrededor de un ciprés de los pantanos, Taxodium distichum L, plantado en 1850, según unos, y en 1870 según otros, que en la actualidad constituye uno de los árboles singulares del Parque de María Luisa.. Sobre un basamento poligonal, en un banco que abraza su contorno, se alojan los símbolos ya comentados, sólo interrumpido por un elevado pedestal con el busto del poeta.

En 1918, el arquitecto Aníbal González suprimió la verja del hierro que definía el jardín que rodea el monumento, siendo ésta reemplazada por una falca de piedra. Asimismo se sustituyeron entonces los bancos, que eran de madera, por otros de mármol. Posteriormente se han realizado diversas obras, sobre todo de restauración y adaptación al crecimiento vegetativo del árbol. En 1988 se sustituye la verjilla de protección interior y en 1995 se construye la verja exterior de protección a la vez que se realiza la restauración a cargo del escultor D. Sebastián Santos Calero.

El ciprés de los pantanos, también conocido por ciprés calvo, es una conífera, caducifolia en áreas de inviernos con bajas temperaturas, originaria de la cuenca del río Mississippi La designación del género: Taxodium hace referencia al parecido de sus hojas con la del tejo Crece naturalmente en zonas pantanosas o encharcadas, de Norteamérica donde sus raíces aéreas (neumatóforos) saliendo del lodo, absorben el oxígeno del aire. Es una especie muy longeva y que alcanza gran altura.

Detalle de los Amores


2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué sentido tiene ese "monolito" junto al estanque en la Glorieta de Luis Montoto?

Anónimo dijo...

Gypenceencula
yfeg