lunes, 5 de mayo de 2008

Edificio para Gabriel Riesco Rubio

Esta obra fechada en 1931, fue diseñada por Juan José López Sáez. Quizás el único arquitecto local que se atrevió con el Art Decó, en nuestra ciudad aún quedan interiores de este estilo, que en exteriores no caló pero en interiores fue todo un símbolo de modernidad, los podemos ver por ejemplo en el vestíbulo de la estación del Prado de San Sebastián, con sus evocadores frescos. La extraordinaria verticalidad del edificio y sus continuas líneas ascendentes y zig-zag, lo hacen de un edificio de Art Decó puro, sin tapujos, sin mezclas estilísticas. Invitaría por tanto al lector a contabilizar la variedad de zigurats y zig-zags que puede observar en la decoración, pudiendo observar más de una docena de elementos decorativos que usan esta variante. Toda esta decoración ayuda a dar una mayor verticalidad al edificio, con dos cuerpos claramente diferenciados, un primer cuerpo de cuatro plantas y un ultimo cuerpo a modo de ático, con dos columnas de orden gigante que dan sensación de altura a la obra.

Detalle de la decoracíon

El edificio abraza a un edificio de estilo regionalista, que data de 1928, dando su fachada a la calle Martín Villa, y un pequeño cuerpo a la calle Santa María de Gracia y Vargas Campos, cumple la función de fachada trasera. La fachada a la calle Vargas Campos, escondida y menos, también recuerda al estilo Decó, es una fachada limpia, donde las ventanas se alternan con pilastras.

Fachadas a Martín Villa y a Vargas Campos respectivamente



Vista de la Fachada Trasera



Te puede interesar:

Posada del Sol
Art Decó en el Barrio del Porvenir
C/ Tetuán, 32

Arquitecto

Juan José López Sáez

Año de Finalización

1933

Año del Proyecto

Mayo de 1931

Estilo

Art Decó

Tipo

Edificio de Viviendas y local

Construcción

Un edificio único, debido al poco impacto del Art Decó en la ciudad. También hay que reseñar su variedad decorativa, y su fachada trasera más cercana quizás, a la corriente internacional del estilo.

Dirección

C/ Matin Villa, 10

5 comentarios:

Anónimo dijo...

En primer lugar, agradecerte la labor pedagogica que haces.
Me he hecho asiduo de esta página y leo con interes tus informes y los comentarios que te llegan.
Me permito sugerirte que abordes, cuando sea posible, el edificio del antiguo Matadero, de la avenida Ramón y Cajal,que por su estilo me parece interesante.
Saludos

Redacción dijo...

Muchas Gracias por participar. Tomo la sugerencia del matadero, tengo información sobre él y su arquitecto, pero me faltan las fotos. A ver si algún día paso cerca y se las hago. Saludos!

Sergio Harillo dijo...

Cada vez q paso por delante de este edificio me quedo mirándolo porque es muy diferente a lo q estamos acostumbrados en Sevilla, aunq si te soy sincero, nunca lo habría calificado como art decó, no termino yo de reconocer ese estilo, jejeje. A ver si pones más ejemplos de art decó en interiores :)

Un saludo!

Anónimo dijo...

Llevo semanas siguiéndote, me he leído ya todo tu blog entero y me parece magnífico. Una aportación única, documentada, seria, que nos ayuda a conocer el desarrollo urbano y estilístico de Sevilla en el XX.

Este edificio siempre me llamó la atención, me obligó a mirar arriba (sobre todo porque el escaparate de esa tienda nunca ofrece nada interesante). Es distinto a lo habitual en la ciudad, eso sí, si pudieran limpiar la fachada un poco sería ya una maravilla.

Redacción dijo...

Gracias por los comentarios. La verdad que yo antes de conocer un poco la historia del edificio lo unico que me transmitía era "que negro esta". Después de analizarlo más detenidamente, aunque tengo que poner más fotos, te das cuenta de lo unico que es este edificio, y la aceptable calidad que tiene en su decoración. Hay que limpiarle la fachada, pero parece que el edificio no pertenece a ninguna empresa, lo que normalmente dificulta la rehabilitación.

Sobre los interiores, pues por internet hyay un escrito interesante de Antonio Burgos donde sin fotos eso sí enumera heladerias, bares, etc de estilo decó que han ido desapareciendo, una pena la verdad, entre ellos se encontaba el Bar Laredo.