domingo, 13 de abril de 2008

Los Paisajes de Gonzalo Bilbao

Hablar de Gonzalo Bilbao es hablar de el mejor pintor impresionista sevillano del cambio de siglo. Formado en Madrid, aunque con influencias claramente francesas practicó durante años el costumbrismo pictórico, heredado de los pintores románticos que recorrieron Andalucía durante el siglo XIX. Los paisajes son cultivados en la pintura de Gonzalo Bilbao, bajo el regionalismo pictórico, donde el pintor capta la realidad de allá por donde va, encontrándonos paisajes de Marruecos, Francia, o Venecia. La luz, y la vitalidad de las composiciones lo acercan a la estética impresionista, donde trata de transmitir lo más importante de cada región. Esa primera impresión del paisaje es lo que transmite a los cuadros muchos de ellos guiados por el instinto y de manera rápida, a modo de manchas como podemos ver en su Marina , cuadro característico de sus paisajes, en pequeño formato de 60 x 80 o 40 x 30.


Paisajes terrestres



Gonzalo Bilbao, reproduce espacios similares, en distintos puntos geográficos, enriqueciendo su producción. La producción urbana, es muy importante en la obra del pintor, encontrándonos paisajes sevillanos como el que realiza para el libro "Quien no vio Sevilla..." de la capilla de San José, así como una importante colección de patios andaluces. Junto a estos cuadros de estética Sevillana, nos encontramos otros como la Plaza de Zocover de Toledo. Estos son los dos principales puntos donde el pintor capta escenas urbanas, ambas ciudades de gran riquezas patrimonial. Además durante su estancia en Marruecos pinta Barrios de Tetuan. Entre estas obras cabe destacas el Callejón del Agua o Los Jardines del Alcázar en Sevilla, Plaza de San Justo y Plaza de Zocober en Toledo, así como Los Recuerdos de Marruecos.

Paisajes Marroquíes (Colección Particular)


Paisaje Francés


Plaza de Zocover (Situación Actual Desconocida, aunque estuvo expuesto hasta hace unos años en el Museo de Bellas Artes de Sevilla)


Paisaje Urbano


Paisaje del Norte Español (Colección Particular)


El jardín y el patio adquieren gran importancia. Hay que destacar la gran sinfonía cromática que logra el pintor por medio del jardín, que incluso tiene cierto significado costumbrista además de paisajista. Entre estos patios, destaca el Patio del Convento de la Merced, donde destaca la combinación verde y blanca que presenta el patio como una plaza privada. Otros patios a destacar son el Patio de la Casa Pilatos, con ambientación morisca, o el Patio de la casa de los Ceperos.


Patio del Convento de la Merced (Museo de Bellas Artes de Sevilla)


Por otro lado, Bilbao se ve atraído por el campo y el paisaje andaluz, la magnifica serie de la Siega, que recuerda a las obras del impresionista francés Gustave Caillebotte, pero con segadores en vez de acuchilladores de parquet. La luminosidad y sobre todo el tratamiento del sol y el acertado estudio del aire libre le valieron a Gonzalo Bilbao excelentes criticas. Alcalá de Guadaíra fue el lugar preferido por los pintores románticos, un gran ejemplo lo tenemos en el cuadro de David Robert, El Castillo de Alcalá de Guadaíra que podemos ver en el Museo del Prado, los pintores costumbristas suceden a estos, y Gonzalo Bilbao capta con gran acierto los Pinares de Oromana, con un gran gama de verdes, transmitiendo con fuerza el vergel del pinar.


David Robert, El Castillo de Álcala de Guadaíra (Museo del Prado, Madrid)


Detalle de la Sierga: La recolección (Colección Particular)


La Siega: Segadora (Colección Particular)


Estudio para la Siega (Colección Particular)


Pinares de Oromana (Colección Particular)



El Paisaje Marino



El agua también tiene su parte en el paisajismo de Gonzalo Bilbao, el agua, móvil o inmóvil, en playa, acantilado o ciudad. Comienza pintando los canales de Venecia, durante su estancia en Italia con cierto toque neorromántico. Entre estos paisajes fluviales encontramos paisajes del norte de España, ríos y rías, Coma la Vista de Castro Urdiales. De nuevo Alcalá de Guadaíra da inspiración al pintor para sus paisajes fluviales a través de su Vista de Alcalá desde el Guadaíra o El Río Guadaíra. La playas son el amarillo lo que al verde de los patios y montes, el uso de una amplia gama de amarillos caracteriza a estos cuadros, en lo que el autor a veces humaniza la escena como podemos ver en su Playa de Chipiona con niños jugando en la arena. La fuerza del mar se representa en Marina, paisaje rocoso del norte de España, donde el pintor transmite la virulencia del mar a través del uso del blanco para asemejar la espuma de las olas, el cuadro de pequeñas dimensiones puede apreciarse en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Marina (Museo de Bellas Artes de Sevilla)


Playa de Chipiona (ColecciónParticular)


Venecia (Colección Particular)



1 comentario:

hublot big bang dijo...

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