Bajo este titulo presentamos dos proyectos nunca construidos para el solar situado en la Calle Siepes con Entre Carceles. Primero situaremos al lector, en tiempo y lugar. Corría el año 1934, cuando se planteo la construcción de un edificio de cuatro alturas en el citado cruce, hoy ocupado por un Kiosco, si bien por la guerra civil, la obra no se comenzaría hasta 1939.
En la ciudad bullía un nuevo movimiento moderno, al que dio el pistoletazo de salida el Mercado de la Puerta de la Carne o el Hotel Eritaña Palace, ambos de Lupiañez Gely. Nombres, como el propio Gely, Galnarez Sagastizabal, Delgado Roig, entre otros se amparaban dentro de ese movimiento funcional, rechazando la ornamentación. Por otro lado 1934, es la época de los últimos trabajos de Espiau y Muñoz, uno de los máximos exponentes del regionalismo y de los coqueteos de otro gran arquitecto regionalista como Talavera y Heredia con el movimiento moderno.
Sobre la situación, la Plaza de San Francisco, plaza mayor de Sevilla desde el siglo XV, corral de comedias, mercado, espacio muy modificado durante el siglo XX por el regionalismo. Sede del Poder y la Justicia, del Ayuntamiento y de la Audiencia.
- El Proyecto de Galnares Sagastizabal: Este fue el proyecto inicial, data de 1934. Demasiada novedad para una ciudad muy anclada aun en el historicismo y en el legado de la Exposición Iberoamericana fue desechado por los promotores del proyecto, los hermanos Serna. El propio Galnares lo define como un mirador hacia la plaza más histórica de Sevilla, por ello no es casualidad que en su dibujo se encuentre la Audiencia y el Ayuntamiento en primer plano, además del edificio Laredo. En el dibujo se aprecia perfectamente la volumétrica, con clara influencia expresionista. El edificio eminentemente comercial sirve además para el soporte de rótulos publicitarios. Este proyecto podría parece agresivo con el entorno, sin embargo no debemos caer en la critica fácil, y es que Sevilla perdió la oportunidad de ser pionera en este tipo de arquitectura, que si se vio reflejada en otras ciudades españolas como en el edificio Carrión de Madrid o en la Avenida del Oeste de Valencia, aunque quizás sea cierto que por motivos de estitetica no hubiera sido lo más correcto. En 1938, volvería a presentar un nuevo proyecto de corte clasicista, igualmente desechado.
- El proyecto de Aurelio Gómez Millán: Presentado en 1938, resulto el proyecto ganador, de corte ecléctico, más acorde con la plaza donde se iba a construir. El proyecto llegó a comenzarse, aunque finalmente fue derribado por decisión del ayuntamiento. El proyecto incluya un refugio antiaéreo en el sótano, además de un local en la planta baja, mientras que las tres plantas restantes se destinaban a oficinas. La construcción se inicio, un esqueleto de hierro y muros de fabrica de ladrillos fue lo único que se llego a ver, antes de su demolición. En los planos se reconocen dos partes diferenciadas, una de ladrillo y otra volada donde se abrían los grandes vanos. El torreón era lo más característico del proyecto , con cierto aire barroco, era un torreón al mas puro regionalista, la forja, tenia también una especial importancia. No era por tanto un edificio de materiales únicos, lo que quizás hacia que su monumentalidad y pequeñas dimensiones a la vez casaran mejor, mármol para las columnas, ladrillo de los muros, cerámica y forja Sevillana en el cupulín. Sin embargo frente a todo el alarde típico sevillano exterior, el interior se diseña funcionalmente, el arquitecto no dibuja mas que el aseo y la escalera en cada planta, quedando el resto totalmente diáfano.